Brillante procesión, bien llevada, bien acompañada, bien aplaudida por los que quisieron sumarse a esta entrada triunfal de Jesús de la Paz y el Amor en el Jerusalén alhaurino.
Domingo de Ramos en Alhaurín de la Torre es decir mañana de palmas, de niños, de entrada triunfal de una procesión que sale de un lugar mágico, la finca El Portón con sus incomparables jardines, para llegar tres horas después al templo del recogimiento y la oración, la iglesia parroquial de San Sebastián. En el camino, varios miles de personas que se congregan para mirar, para disfrutar del buen paso y de las tres bandas de música, pero también para persignarse devotamente al pasar Jesús ante ellos, para emocionarse y maravillarse porque esto es devoción, pasión para ser juntos hermanos y olvidarse por unas horas de los problemas cotidianos.
La cruz guía salió puntual a las 11.00 de la mañana de la finca municipal El Portón, allá en todo lo alto de avenida Juan Carlos I, antes calle Mesón. El toque de campana lo realizó Ana Díaz González, emocionada junto a su esposo Paco Peral e hijos, por este honor concedido por nuestro Hermano Mayor Juan Ignacio Castillo, ya recuperada de su grave enfermedad.
En la calle la banda de cornetas y tambores de Alhaurín de la Torre abría la procesión seguida de un raudal de niños vestidos de hebreos con padres y abuelos, llevando palmas trenzadas y aportando su espontaneidad infantil al rigor de la procesión que venía detrás, con las marchas de la banda de cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús, de la que hay que destacar no sólo su colaboración desinteresada sino que inmediatamente que terminara la procesión salieron para tocar en Los Barrios, Cádiz.
Tras ellos el protocolo de las autoridades y representación municipal y por fin Nuestro Padre Jesús, llevado estupendamente por los hombres de trono y escoltado por cuatro granaderos y tres fusileros del grupo de recreación Reding nº 3, como siempre marciales y comprometidos con este acompañamiento riguroso a la venerable imagen.
Cerraba la procesión la banda municipal de música que no dejaba de tocar marchas como “Nuestro Padre Jesús” del maestro Cebrián.
Al llegar a la plaza de San Sebastián subieron el trono a pulso y de nuevo al salir hacia calle Álamos, repleta como todas las demás de gente acompañando a la procesión, que volvió por Arroyo Blanquillo o Avenida de España para cruzar la plaza ahora camino de la iglesia parroquial.
En la plaza de la Concepción las bandas interpretaron varias marchas mientras las palmeras eran un sobre palio a la que lleva el Señor en su trono, y justo a las 14.14 entró en la iglesia de San Sebastián. Momento para el abrazo de los hermanos y la felicidad por otra estación de penitencia bien cumplida.
Terminaba así el Domingo de Ramos en Alhaurín de la Torre, que empezó brumoso y terminó radiante con la presencia de la Pollinica en las calles. Enhorabuena.