La cofradía enseñorea las calles por donde trascurre la procesión, algunas inéditas por la obra de calle Álamos. Buen ambiente en las calles para apreciar las novedades como la Cruz Guía, el Guión bordado completamente y el grupo de recreación Reding.
Las nubes que se alternaban con los claros en el cielo andaluz, fueron cada vez menos dejando paso a un radiante sol que hacía que brillara aún más el cortejo procesional de de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Paz y el Amor en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Esperanza, la Pollinica de Alhaurín de la Torre.
A las 11.30 de este Domingo de Ramos y tal como estaba previsto, un raudal de niños de todas las edades, acompañados de madres y familiares los más pequeños, empezaron a salir de los jardines de la finca El Portón. Poco después era el trono de Jesús el que salía ante la alegría de los presentes. En un varal exterior próximo a la mesa, un puesto vacío con un nombre, Rafael Martínez Solís, en memoria del querido hermano por el que esta cofradía guardaba luto con un crespón negro en la campana.
En el cortejo vimos la espléndida Cruz Guía en madera de caoba y repujados de plata fina, nuevas mazas o el guión ya completamente bordado con el escudo de la hermandad y otros adornos en hilo de oro.
Marchando delante del trono iban las autoridades con el alcalde Joaquín Villanova, el director de la prisión provincial, el jefe de Protección Civil, cuerpo que ha sido nombrado Hermano Mayor Honorario de la Pollinica, más el juez de paz y dos representantes de la Guardia Civil. En filas posteriores concejales del equipo de gobierno y de la oposición, representantes de las cofradías locales y de la Junta de Gobierno de la Pollinica con el último pregonero entre ellos, Manuel Molina Gálvez, y tras ellos el grupo de recreación histórica Regimiento Suizo de Reding nº 3, que con gran sobriedad anunciaban la llegada del trono, escoltado a ambos lados por otros dos componentes del grupo histórico, vestidos de granaderos con sus llamativos gorros altos tipo piel de oso.
Esta es otra tradición que recupera la Pollinica este año emulando a aquellos granaderos que hasta 1930 formaban parte de la representación del Paso y la procesión del Domingo de Ramos.
Delante del trono los Hermanos Mayores de Verdes y Moraos acompañando al Teniente Hermano Mayor de la Pollinica, Paco Peral, pues el Hermano Mayor Juan Ignacio Castillo iba como jefe de procesión controlando la misma vestido de nazareno.
Al fin llegaba el trono, bien llevado por hombres de gran experiencia en otras cofradías, pero también con otros que se han curtido sólo bajo este trono de la Pollinica, algunos de ellos con los ojos tapados como promesa. El paso sereno, majestuoso, sin que se escuchara un toque de campana llamándolos a revisar el movimiento.
Al entrar el la plaza de San Sebastián siguieron por calle Vicente Aleixandre, y antes de que el trono entrara en calle San Juan, venía ya de vuelta por Avenida San Sebastián y Vicente Aleixandre la Cruz Guía, encontrándose cabeza y cola de procesión en un inaudito encuentro – homenaje entre ellos.
Tras seguir este novedoso recorrido, de nuevo Jesús de la Paz y el Amor hizo su entrada triunfal en la plaza de San Sebastián, donde nuevamente fue izado a pulso a los sones de la Marcha Real que tocaba la Banda Municipal de Música que cerraba el cortejo.
Al fin entró en calle Málaga, donde se les unió en la procesión el vicario parroquial Ramón Bargueño tras la misa del día tan señalado, y todo el cortejo marchó hacia el templo parroquial, donde el pueblo concentrado les esperaba para dar sus últimos aplausos y vivas a esta cofradía alhaurina, poco después de las 2 de la tarde.
Otro día para el recuerdo, para la historia de esta joven y gran cofradía que sigue su camino humilde y sencillo en la semana de Pasión de Alhaurín de la Torre.